Potencia tu bronceado con estos coloretes que recomiendan los dermatólogos

Dentro de todos los trucos de belleza que destacan los maquilladores y expertos, aplicar colorete como si hubieras tomado el sol es uno de los más virales que más éxito tiene en verano. No es para menos, el rostro cambia por completo. Sin embargo, como bien es sabido, no todos son iguales, y para un efecto buena cara de inmediato, necesitas los mejores.

A la hora de elegir, conviene fijarse en los tonos que realzan el dorado natural de la piel sin sobrecargarla. Los más recomendados son los coloretes con tonalidades melocotón suave, coral cálido y rosa empolvado con un leve matiz satinado, que actúan como un filtro instantáneo. Eso sí, evita los excesos, busca pigmentos modulables y fórmulas en crema o gel, que se funden con la piel y prolongan ese efecto jugoso tan favorecedor en los meses de calor.

¿Un truco que no falla? Aplícalo en la parte alta del pómulo y difumina hacia las sienes, como si el sol te hubiera besado de forma natural. El resultado embellece y resalta el bronceado, integrándolo de forma sutil en el resto del maquillaje.

Este labial y colorete en barra tiene esa textura cremosa y ligera que se desliza como un suspiro y se funde con la piel como si llevaras un rubor natural de buena cara permanente. ¿El secreto? Una fórmula enriquecida con aceite de jojoba y extracto de pomelo que hidrata y aporta un brillo sutil, como si el color naciera desde dentro.

Es maquillaje y tratamiento a la vez. Su textura tipo sérum, con niacinamida y centella asiática, proporciona a las mejillas un rubor natural y ajustable, además de alisar, hidratar y mejorar el tono de la piel con el tiempo. Es el típico producto que una piel madura agradecerá por dentro y por fuera.

Se ha convertido en un imprescindible por su textura líquida que se difumina con la yema de los dedos y deja un rubor tan suave y real que parece de maquillador. Además, dura horas, no se cuartea y está disponible en acabados mate o glow, para adaptarse a cada ocasión y a cada piel.

Funciona como rubor, como sombra, como labial… y siempre deja un acabado natural y mate, sofisticado pero fácil de llevar. La textura cremosa se trabaja sin esfuerzo, se funde con la piel y permite jugar con la intensidad. Es un lápiz todo terreno.

Te lo advierto, una vez lo pruebas, no lo vas a querer soltar. Su aplicador en esponja lo hace comodísimo, y su fórmula ultrafina permite modular el color según tu estado de ánimo: desde un rubor sutil a un tono más atrevido.

Con un acabado mate ligeramente empolvado que alisa y realza al instante, este colorete se ha convertido en el aliado perfecto para las mañanas con prisa o los retoques exprés. Además, también es labial, por lo que es una inversión inteligente.