Invitado en el hormiguero
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Felipe González sorprendía hace unos días al aparecer apoyado en un bastón durante la entrega del Premio Carlos V en la localidad de Yuste. Junto a él, la que es su inseparable compañía desde hace casi dos décadas, Mar García Vaquero. Ahora, el que fuera presidente del Gobierno entre 1982 y 1996 regresa al plató de El Hormiguero, donde volverá a dejarnos sin duda interesantes confesiones políticas.
El ex político socialista, que ya visitó a Pablo Motos hace ahora un año, lleva una vida muy discreta junto a su segunda esposa, con la que ha cumplido ya 17 años de relación. Su historia de amor comenzó después de que el andaluz finalizara una muy larga relación (estuvieron juntos cuatro décadas) con la que fuera su primera mujer, Carmen Romero.
Era el año 2008 cuando la prensa anunciaba que Felipe González y Carmen Romero, que habían contraído matrimonio en 1969 y eran padres de tres hijos, se separaban. En aquel momento se especuló con que la pareja llevaba tiempo haciendo vidas separadas y ellos por su parte aseguraron que la ruptura no se debía a terceras personas. La culpa entonces se achacó a las continuas ausencias del expresidente por motivos laborales y a la gran actividad profesional de su pareja.
Felipe González y Mar García Vaquero: inicios de su amor
Pero en realidad sí que había una tercera persona involucrada en aquel divorcio, que resultó tan público como doloroso. «Felipe y yo nos quitamos las alianzas hace 20 años», aseguraba Carmen Romero en una entrevista con Vanity Fair un año después de separarse. Añadiendo a continuación que «el tiempo pone un poco de olvido en lo malo que te han hecho».
La ex esposa de Felipe González se enteró de su relación sentimental con Mar García Vaquero cuando a finales de 2008 aparecieron publicadas unas delatoras fotos de la pareja disfrutando de unas vacaciones. Primero en Punta del Este (Uruguay) y después en Punta Canta (República Dominicana).
Ambos se habían conocido dos años antes a través de un amigo común, Luis García Cereceda. Mar, licenciada en Ciencias Económicas y con importante puesto en La Caixa, estaba divorciada del reumatólogo Francisco Javier González Polo, con el que había tenido dos hijas. Su hermana, Begoña, es la mujer del empresario Pedro Trapote, íntimo del rey Juan Carlos.
Boda íntima y difícil conciliación familiar
Según las crónicas de la época, lo suyo fue amor a primera vista. Sería en 2012 cuando decidieron formalizar su relación y se dieron el 'sí, quiero' en una ceremonia prácticamente secreta celebrada por lo civil en la Junta Municipal del barrio del Retiro en Madrid. María González fue la única de los tres hijos del expresidente que estuvo presente en aquella boda.
La relación del socialista con su prole no ha sido fácil, como él mismo reconocía en una entrevista con Jordi Évole. «He sido un padre que ha querido a sus hijos, pero ser buen padre significa dedicarles mucho tiempo, cosa que no he hecho. No soy difícil como pareja, soy respetuoso, tolerante y pienso que la gente necesita su espacio», aseguraba Felipe González entonces.
Haciendo gala de una extrema discreción, la pareja reside en una vivienda de 400 m2 en el madrileño barrio de Salamanca. El matrimonio también adquirió, el mismo año en el que se casaron, una casa de campo en la localidad cacereña de Guadalupe. Allí cultiva bonsáis, talla piedras preciosas y ejerce como abuelo de sus ocho nietos.
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Como signo de Aire, los Geminis son sociables cariñosos y divertidos. Son buenos conversadores y tenaces en sus planes y objetivos, con un punto de despiste. Pero, por la dualidad de su origen zodiacal, también pueden ponerse intensos de repente y obsesionarse con racionalizar todo lo que les rodea.