OTRA BRONCA NOCTURNA

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Pocas veces nos enteramos ya de si Felipe Juan Froilán, el primer nieto de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, viene o va, llega o despega. Continúa viviendo en Abu Dabi, a la sombra de su abuelo, pero sabemos que sus visitas a Madrid menudean. Por eso a nadie le extrañó que le pillaran en zona de cañas, una reciente noche de junio. Froilán estuvo simpático y juguetón con el periodista, pero no dijo ni mu. Al menos, se demuestra que ha aprendido la lección de la discreción.
La aparición por sorpresa de Froilán en Madrid no sorprendió, insistimos, aunque coincidió con otro movimiento inesperado del rey Juan Carlos. El emérito añadió un destino más a su ruta habitual de avión privado: Portugal. Parece que estaría buscando residencia en el país vecino, algo que le permitiría vivir más cerca de su familia y estar más acompañado. Claro que, como contrapartida, perdería la presencia de su nieto Felipe.
Lo que sostienen las filtraciones que se publican en la crónica social y sustentan algunas fotografías, en las que vemos al rey Juan Carlos y a Froilán disfrutando juntos de carreras, conciertos y competiciones deportivas, es que abuelo y nieto son uña y carne. Puede que no vivan juntos, pero todo apunta a que se frecuentan mucho, muchísimo. Si el emérito cambiara Emiratos Árabes Unidos por Portugal, ¿qué sería del hijo de la infanta Elena?
Una mudanza a la península ibérica del rey Juan Carlos puede ofrecerle una oportunidad de oro a Felipe Juan Froilán, del que siempre se ha dicho que está deseando volver a España. Aún así, se insiste en que su vida está allí, dividida entre su estudios de un máster y su trabajo en la petrolera nacional de Emiratos. ¿Será aún cierto que el hijo mayor de la infanta Elena lo cambiaría todo por volver a la ciudad en la que nació?
La última visita de Felipe Juan Froilán a Madrid nos dio algunas pistas que pueden orientar o condicionar una hipotética vuelta del sobrino de los reyes Felipe y Letizia a España. Decíamos que el joven mostró su simpatía y buen humor en su encuentro con los reporteros, al anochecer. Sin embargo, la noche no transcurrió tan simpáticamente como él hubiera deseado. Lo publicó 'El Español': hubo, de nuevo, altercado.
Todo sucedió en una discoteca situada en el barrio de Chamberí, muy cerca de la famosa cervecería de José Abascal donde Froilán fue pillado por las cámaras. En cuanto el hijo de la infanta Elena llegó con sus amigos, se dirigieron a un reservado de la zona VIP al que no tiene acceso el público, cosa que ahorra que le pidan fotos o que importunen al famoso de turno. En este caso, el nieto mayor del rey emérito Juan Carlos.
Parece que alguna persona logró colarse en el reservado y que, efectivamente, importunó a Froilán, quien le pidió de no muy buen talante que abandonara la zona VIP. La situación debió caldearse, pues hubo un forcejeo y tuvo que intervenir el personal de seguridad de la discoteca y la policía para que no fuera más allá. Parece que a Felipe Juan Froilán le molesta que le llamen Froilán (prefiere Felipe) y que le saquen fotos.
Parece difícil que Froilán o Felipe, como prefiere que le llamen, pueda volver a España y reanudar su vida, tal y como gusta conducirla cuando está en Madrid. Claramente, su presencia en los bares y discotecas que tanto le gusta frecuentar supone un problema, pues siempre va a aparecer alguna persona con copas de más y ganas de interactuar con el sobrino de los Reyes. Volveríamos a leer en prensa que se ha peleado, es problemático o sus consumos se salen de lo habitual.
Parece que la siguiente parada de Froilán después de Madrid tampoco ha sorprendido gran cosa: Ibiza. Allí se ha desplazado el pasado fin de semana junto a unos amigos y ha dejado ver que se ha roto su relación con Belén Perea, la influencer con la que solía quedar cuando volvía a España y que incluso viajó a Abu Dabi a visitarle. Sin duda, volveremos a saber de Felipe en breve. Tiene, en España, todo el verano por delante.
HORÓSCOPO
Como signo de Aire, los Geminis son sociables cariñosos y divertidos. Son buenos conversadores y tenaces en sus planes y objetivos, con un punto de despiste. Pero, por la dualidad de su origen zodiacal, también pueden ponerse intensos de repente y obsesionarse con racionalizar todo lo que les rodea.