¡Tuyo, mío, nuestro! Ya no hay fronteras de género: por qué cada vez más mujeres compran ropa en la sección masculina

Cada vez son mas las mujeres que acuden a la seción de ropa masculina para sentar las bases de su uniforme cotidiano. Un fenómeno que derriba las fronteras de género y vislumbra un nuevo patrón de conducta estilística.

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Álvaro Fernández-Espina

Año 1968. Entrada del exclusivo restaurante neoyorquino La Cote Basque, templo por antonomasia al que la élite de la alta sociedad acudía para ver y ser vista. Allí, la rica heredera y musa de diseñadores de la época Nan Kempner se presentó ataviada con uno de los primeros esmóquines para mujer que Yves Saint Laurent acababa de presentar en París. Sin embargo, no se le permitió pasar de la puerta. ¿La razón? No respetar el código de vestimenta exigido por la dirección del local, que prohibía entrar a las mujeres con pantalones. Lejos de achantarse, y en un arranque de osadía, Kemper simplemente decidió quitárselos y dejar que el maître la escoltase hasta su mesa, improvisando un vestido con solo la americana a modo de minivestido.

Aunque el episodio no es un hecho aislado, tal vez sí sea uno de los más efectistas en un anecdotario trufado con nombres como el de Katharine Hepburn, asidua usuaria de trajes de chaqueta, quien en 1951, tras ser informada de que el hotel Claridge impedía entrar a las mujeres en pantalones, optó por dar la rueda de prensa para presentar La Reina de África en la entrada para el personal de servicio; o el de la propia Coco Chanel, que desde los años 20 del siglo pasado hizo de los pantalones la prenda fetiche de sus colecciones.

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Esta insigne avanzadilla de pioneras quedaría hoy epatada viendo cómo las líneas de ropa masculina se han convertido en el departamento más visitado por las mujeres. Un refugio al que acuden en tropel buscando funcionalidad y comodidad, favorecidas por la difuminación de las fronteras de género. Por imposible que parezca comprenderlo desde la perspectiva actual, en la década de los 60 no era fácil para una mujer encontrar un par de pantalones. Quizás porque el pensamiento de la época era que las mujeres decentes simplemente no los usaban. Así, las damas ingeniosas y conocedoras del estilo que buscaban alternativas a los vestidos, faldas y blusas que les prescribían las costumbres sociales, saquearon los percheros de la ropa masculina, diseñada para irradiar autoridad.

Cambiar las formas

Sin embargo, la cuestión que subyace a este fenómeno es ¿por qué una mujer no puede vestirse con ropa de hombre? Incluso una vanguardista declarada como Rei Kawakubo, cuyos diseños cerebrales a menudo están a años luz de cualquier cosa que podamos reconocer remotamente como una chaqueta y un par de pantalones, concede que «las bases de la confección de ropa tienen su origen en la moda masculina». Que decidiera llamar a la marca de moda que estableció en Tokio en 1973 Comme des Garçons [Como los chicos] no es casual. Los que sí conviene aclarar es que esta tendencia no consiste en algo tan reduccionista como que una mujer lleve un traje, sino que puedan adoptar las prendas masculinas para lucirlas bajo el prisma de su particular sensibilidad.

Christy Turlington, imagen de HommeGirls; colección otoño/invierno 21 de Carlota Barrera; y look de Wales Bonner. D.R.
Imagen principal - Christy Turlington, imagen de HommeGirls; colección otoño/invierno 21 de Carlota Barrera; y look de Wales Bonner.
Imagen secundaria 1 - Christy Turlington, imagen de HommeGirls; colección otoño/invierno 21 de Carlota Barrera; y look de Wales Bonner.
Imagen secundaria 2 - Christy Turlington, imagen de HommeGirls; colección otoño/invierno 21 de Carlota Barrera; y look de Wales Bonner.

Para todos los públicos

«La moda masculina siempre ha sido muy práctica, mientras que la femenina está enfocada a la belleza más que a la utilidad», asegura Carlota Barrera. La diseñadora española afincada en Londres debutó en la primavera de 2019 con una colección para hombre cimentada en la sastrería clásica con giros contemporáneos, que acaparó atención también entre el sector femenino. Hoy, las clientas de Barrera compiten en número con el de hombres. «Buscan sentirse seguras de sí mismas –afirma–. Quieren practicidad, poder vestirse para hacer mil cosas a lo largo del día. Lo que les gusta de la marca no es que las prendas sean llamativas sino que se sienten bien llevándolas».

«Vestirse con ropa de hombre no oculta la feminidad de una mujer, sino que la enciende», Thakoon Panichgul.

Pero Barrera no ha sido la única en lanzar una marca exclusivamente masculina que, sin embargo, recibe el favor del público femenino. Tras un par de años retirado del circuito de las pasarelas, Thakoon Panichgul, uno de los diseñadores más prometedores en Estados Unidos, volvió a la palestra en 2019 con el proyecto HommeGirls, una publicación online dirigida a mujeres que compran ropa de hombre. Como él mismo argumentaba desde el manifiesto con el que lo presentaba, «toda mujer lleva un chico dentro.

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Vestirse con ropa de hombre no oculta la feminidad de una mujer, sino que la enciende». Palomo Spain, Ludovic de Saint Sernin o Grace Wales Bonner son solo algunos de los nombres que hoy despuntan en este emergente panorama consagrado a la llamada estética tomboy y que no hacen sino poner de manifiesto lo que ya expresó Yohji Yamamoto: «Cuanto más esconde y abandona una mujer su feminidad, más emerge del corazón mismo de su existencia». Así pues, libre por fin de ataduras semánticas, el nuevo arquetipo resultante de esta deconstrucción de los géneros tradicionales seduce por igual a hombres y mujeres.

HORÓSCOPO

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Géminis

Como signo de Aire, los Geminis son sociables cariñosos y divertidos. Son buenos conversadores y tenaces en sus planes y objetivos, con un punto de despiste. Pero, por la dualidad de su origen zodiacal, también pueden ponerse intensos de repente y obsesionarse con racionalizar todo lo que les rodea.