Kate Middleton hereda 81 milllones de euros en joyas de Isabel II: descubrimos las piezas más impresionantes de su joyero

La princesa de Gales, Kate Middleton, ha recibido en herencia la parte más valiosa de las joyas personales de la reina Isabel II, según publica el diario The Sun. Se trataría de una decena de piezas de un valor cercano a los 81 millones de euros. Tras el fallecimiento de la reina, fue su heredero, Carlos III, quien recibío la mayor parte de su herencia. El patrimonio personal del rey asciende a unos 650 millones de euros. La herencia de Isabel II incluye los castillos de Sandringham y Balmoral, joyas, objetos de arte, una yegua y gran parte del guardarropa personal de la reina, de un gran valor histórico y monetario.

Pero, quedaba por fijar la herencia de las joyas. Las damas de la familia real han sido las destinatarias de la colección personal de Isabel II. La mayoría de las piezas que ha lucido en público durante su reinado pertenecían a la Corona y han ido pasando de generación en generación. Ahora están a disposición de la reina y de la princesa de Gales.

Además de las joyas de la corona, piezas históricas de gran valor, la reina poseía un joyero, no menos valioso, que le pertenecía personalmente: unas 200 piezas que podía llegar libremente a su familia. Esta colección incluía 98 broches, 34 pares de pendientes, 14 relojes, 46 collares, 15 anillos y cinco colgantes, por un valor de varios cientos de millones de euros.

Camilla, como reina consorte, fue la primera en acceder a estas joyas y escoger las más valiosas. Con el tiempo, hemos podido ver que entre sus joyas favoritas del joyero personal de la reina figuran las del legado Greville, una herencia que recibió la reina madre de la socialité británica Dame Margaret Greville en los años cuarenta y que consta de más de una decena de excepcionales tiaras de diamantes y esmeraldas, collares de diamantes, rubíes y esmeraldas, pendientes de diamantes y broches «devant corsage». Camilla ha lucido, sobre todo, el collar Greville y la tiara Greville, en varias visitas de Estado y en las aperturas del Parlamento en las que Carlos y Camilla acompañaron a al reina.

Una vez fijada esta herencia, la princesa de Gales ha recibido algunas de las joyas más valiosas de este joyero personal. En total, la herencia de Kate Middleton constaría de 10 piezas cuyo valor ascendería a 81 millones de euros. Kate habría recibido la mayor parte de las piezas más valiosas.

Entre ellas figura el valioso collar de Hyderabad, la joya más cara. Este collar, uno de los favoritos de Isabel II, fue un regalo de boda, en 1947, del Nizam de Hyderabad, una de las personas más ricas de la época. Fue elaborado por Cartier en 1935 y está compuesto por más de 50 diamantes de gran tamaño que forman varios motivos florales.

Originalmente, el collar constaba de cinco grandes colgantes de diamantes, pero con el tiempo estos quedaron reducidos a uno de gran tamaño en el centro. El Nizam dio instrucciones a Cartier para que la princesa escogiera las joyas que quisiera como regalo nupcial. Isabel escogió una tiara y dos collares. Kate ha lucido este collar en varias ocasiones, entre ellas en una gala de la National Portrait Gallery, en 2014, y en una recepción diplomática en Buckingham Palace, en 2019.

Otra de las piezas de gran valor heredadas por Kate es el collar Festoon de Jorge VI. La princesa de Gales lo lució en las fotos oficiales realizadas tras la ceremonia de coronación de Carlos III. Está compuesto por tres filas de diamantes y su valor ronda los 2,8 millones de euros. Entre las demás joyas figurarían unos pendientes de diamantes en forma de hoja y un broche a juego, con un valor de 45.000 euros.

La princesa Ana, segunda hija de la reina Isabel, habría recibido, por su parte, una de las piezas con mayor valor sentimental del joyero de Isabel II: el collar de perlas de tres hilos, que la princesa ya ha lucido en numerosas ocasiones, una de ellas, en una cena de gala celebrada en Nueva York en 2023. Ana lo combinó con unos pendientes también de perlas que pertenecieron igualmente a su madre.

Este collar es el resultado de una tradición familiar y por eso tiene tanto significado emocional: desde la infancia Isabel y su hermana Margarita recibían en cada cumpleaños dos perlas. Cuando llegó su coronación, el rey Jorge VI las hizo engarzar en un collar. Además de su valor sentimental, destaca también su valor monetario por la alta calidad de las perlas, unas 80, que valdrían más de un millón de euros.