dos niñas desaparecidas

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Aunque las novedades editoriales del mes de mayo nos van a proporcionar en las próximas semanas grandes momentos relacionados con nuestra mayor afición, la lectura, no podemos perder de vista otros libros que merece la pena incluir en nuestra biblioteca. Como El silencio del bosque, la adictiva novela negra que te enganchará de principio a fin y que ha publicado en España la editorial Principal de Libros.
Escrita por Jess Lourey, autora de la afamada Las chicas de la cantera, esta trepidante novela negra de poco más de 300 páginas es ideal para disfrutar de una buena historia en la que el misterio y la intriga son los ingredientes principales. Y todo gracias a una protagonista llena de encanto que, como es marca de la casa en el género, carga con un oscuro pasado pero está dispuesta a todo por resolver el enigma al que se enfrenta.
Si tú también quieres disfrutar de una lectura adictiva y tu género favorito es la novela negra, te contamos qué te vas a encontrar en El silencio del bosque.
La última creación de Jess Lourey arranca con un prólogo que nos sitúa en 1980 en el Lago Leech, ubicado en el estado de Minnesota. Allí se dirigen Rue y Amber, dos niñas de ocho años, acompañadas de la hermana pequeña de la primera, Lily. Es un día caluroso de julio y darse un chapuzón en el lago que se encuentra en el bosque al final de la calle, parece el mejor plan, aunque Rue preferiría haber dejado a su hermana en casa.
Cuando llegan al bosque, sobre el que no dejan de contarse leyendas en el pueblo en el que viven, las dos mayores sienten que el ambiente sombrío de la naturaleza en la que están a punto de adentrarse tal vez no sea tan buena idea. Pero Lily permanece ajena a esas sensaciones, y todo en lo que puede pensar es en el refrescante chapuzón que le espera tras los árboles. Sin embargo, las niñas nunca llevarán a cabo su plan y solo una de ellas, Rue, saldrá del bosque.
¿Qué pasó con Amber y Lily? ¿Por qué Rue es incapaz de recordarlo? ¿Son ciertas las leyendas que hablan de una extraña presencia en aquella zona de la ciudad? ¿Qué consecuencias tendrán para las familias de las niñas que no regresan su repentina desaparición? Tal vez solo el paso del tiempo pueda contestar a todas estas preguntas.
En el presente, la detective Evangeline Reed trata de desconectar de su trabajo pasando tiempo en un refugio de animales. Su favorito es MacGuffin, un perro «parte San Bernardo, parte mamut lanudo», que fue entregado por una familia que estaba a punto de tener un bebé y al que Van, como le llama todo el mundo, saca a pasear siempre que puede. Sin embargo, el paseo se ve interrumpido por una llamada, y aunque ella se encarga de tratar de resolver casos antiguos, la policía de Minneapolis requiere su presencia.
Poco después de llegar allí, Van descubre por qué. La víctima, una mujer enterrada viva, portaba un colgante que, cualquiera que tenga la suficiente edad sabe con qué caso está relacionado. Con el de «las secuestradas», del que Van no tiene constancia pero sobre el que no tardará de ponerse al día, hasta convertirlo en su prioridad principal. Porque, sospecha, la desaparición de Amber y Lily está relacionada con la mujer que acaba de morir.
Para resolverlo Van tendrá que soportar las reticencias de algunos compañeros del departamento de policía, pero también deberá lidiar con sus propios demonios. Los que le atormentan por la noche en forma de pesadilla, y sin embargo le sirven para ser mejor en su trabajo, pero también aquellos que ha tratado de esconder en lo más profundo de su memoria, y que están relacionados con su infancia en una granja.
Con estos cimientos, Jess Lourey construye en El silencio del bosque una adictiva novela en la que resolver el misterio principal es el destino, pero por el camino la personalidad de Van y su pasado, el devenir del caso o los personajes involucrados en él se suman a un camino en el que la luz de la verdad trata de abrirse paso, como si del oscuro bosque en el que se adentraron las niñas se tratase. Una novela que, como señala Charlaine Harris, autora de True Blood, «no podrás dejar de leer hasta su explosivo final».
HORÓSCOPO
Como signo de Aire, los Geminis son sociables cariñosos y divertidos. Son buenos conversadores y tenaces en sus planes y objetivos, con un punto de despiste. Pero, por la dualidad de su origen zodiacal, también pueden ponerse intensos de repente y obsesionarse con racionalizar todo lo que les rodea.