JUNTAS EN EL DÍA DE LA MADRE
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La reina Letizia cruzó 8.000 kilómetros sobre el océano para ver, por primera vez en cuatro meses, a su hija Leonor. De Madrid a Ciudad de Panamá, un vuelo de 13 horas, debió darle tiempo a ensayar el gesto de felicidad controlada que la etiqueta recomienda en la alta sociedad. Lo contó hasta Eugenia Martínez de Irujo al hablar de la controlada educación sentimental que le proporcionó su madre, la duquesa de Alba: los aristócratas no pierden la compostura ni en las alegrías ni en las tristezas.
Por suerte para las millones de personas que hemos visto el vídeo, ya viral, que grabó la Casa Real, ni todo el autocontrol del mundo puede borrar la felicidad que experimenta una madre al abrazar a su hija, cuatro meses después de su partida. Bien es cierto que Leonor no se lo puso fácil: como otros guardamarinas que recibieron visita de sus familiares, la princesa no pudo evitar correr a los brazos de su madre en cuanto la vio desde cubierta.
La reina Letizia abrió los brazos para recibir a su hija y por poco pierde la verticalidad ante el empuje de la emoción de la joven. Evidentemente, la princesa Leonor ha echado de menos a su madre, por más que hablaran gracias al equipo satélite con el que está equipado el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Tras ese primer momento de puro gozo compartido, ambas recobraron la compostura.
Letizia y Leonor hablaron durante algunos minutos, pero ni una ni otra pudieron evitar repetir los abrazos y, pese a los susurros, los ojos de ambas desvelaban todo lo que es necesario saber sobre esta relación madre-hija: la reina está totalmente enamorada de su hija. Y esta no va a necesitar rebelarse contra su madre para madurar: todo apunta a que su relación de complicidad y alianza es perfecta.
Así ha sido la llegada del Buque Escuela “Juan Sebastián de Elcano” a la Ciudad de Panamá, donde ha tenido lugar el encuentro de la Reina y la Princesa de Asturias.
Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) May 3, 2025
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Vimos a Letizia en estado puro: con mínimo maquillaje, sencillos vaqueros y camiseta blanca y su melena sin producir, con el 'frizz' propio de un día nublado a 30 grados con humedad máxima. La reina, que probablemente sabe de la contundente dieta que los sufridos guardamarinas hacen a bordo, no dejó de mirar disimuladamente la silueta de su hija. Ya sin disimulos, le dijo lo guapa que la encontraba.
Algunos testigos del emocionante encuentro entre madre e hija han declarado a distintos medios de comunicación locales que ambas estaban visiblemente nerviosas. No tanto por las cámaras que iban a inmortalizar cada segundo de su encuentro, sino por el encuentro mismo, cuatro meses después de su despedida en el puerto de Cádiz. Recordemos: la princesa Leonor embarcó en el Juan Sebastián Elcano el 11 de enero, bajo la atenta y llorosa mirada de la reina Letizia.
Durante los instantes que sí pudimos ver, la reina Letizia y la princesa Leonor reservaron algunos minutos de su encuentro para charlar con otros familiares, igualmente exultantes al abrazar a los jóvenes guardamarinas y pronto oficiales. Además, ambas se detuvieron brevemente con el comandante del Juan Sebastián Elcano, Luis Carreras-Presas do Campo, quien también recibió la visita de su familia.
Letizia y Leonor pasarán juntas el Día de la Madre
Señalemos lo obvio: el viaje de la reina Letizia a Panamá para reencontrarse con su hija coincide significativamente con la celebración del Día de la Madre, el primer domingo de mayo. Seguro que no olvidarán este día, que podrán disfrutar con total privacidad, pues la Reina no va a participar en ninguno de los eventos de representación que desarrolla la tripulación del Juan Sebastián Elcano cada vez que arriba a un puerto.
Leonor, sin embargo, sí tiene que cumplir con las responsabilidades que le corresponden como guardamarina en Elcano. De hecho, tras encontrarse con su madre, de 17 a las 19 horas, participó en una visita cultural a la ciudad de Panamá junto al resto de sus compañeros. Hoy también tenía una cita ineludible: un almuerzo. El resto del tiempo, entendemos, lo pasará con su madre. No volverán a verse, probablemente, hasta mediados de junio.
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Como signo de Aire, los Geminis son sociables cariñosos y divertidos. Son buenos conversadores y tenaces en sus planes y objetivos, con un punto de despiste. Pero, por la dualidad de su origen zodiacal, también pueden ponerse intensos de repente y obsesionarse con racionalizar todo lo que les rodea.