El álbum de enamorados de Felipe y Letizia: las fotos de cariño y complicidad en 2025 que demuestran que su relación de pareja es real

No podemos obviarlo: en los últimos tiempos, las teorías de la conspiración acerca del estado sentimental de los reyes Felipe y Letizia han colocado su matrimonio en el punto de mira. Hablamos de más de dos décadas de convivencia, lógicamente tensionadas por los problemas lógicos en cualquier pareja, multiplicados debido a la carga extra institucional que supone su posición. Sin duda ha habido crisis, pero ahora mismo parecen superadas.

A punto de cumplirse el aniversario de boda de Letizia y Felipe, una fecha que seguramente celebrarán en la intimidad con algún detalle, lo que se intuye desde la mera observación de su química y lenguaje corporal es complicidad. De hecho, durante los últimos meses han podido reunir un revelador álbum de fotos en las que se les ve, digamos, conectados. Imposibles algunas escenas si entre ellos no hubiera una gran dosis de afecto.

Evidentemente, no ha sido un año fácil para los Reyes, aún presa de la tristeza que suele producir el síndrome del nido vacío: ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía hacen vida en estos momentos en el Palacio de la Zarzuela. Además, la preocupación por el viaje de la primogénita en el buque escuela Juan Sebastián Elcano ha de pesar. Sumémosle el empeoramiento del estado de salud de Irene de Grecia, la tía Pecu, que tiene a toda la familia en alerta.

Con todo, los reyes Felipe y Letizia no han destacado nunca por exteriorizar su afecto. Como corresponde a la etiqueta que han de seguir, suelen mostrarse bastante circunspectos. Recientemente, sin embargo, hemos podido presenciar algunas escenas que delatan su cariño y complicidad, en momentos especialmente emocionantes para ellos en lo personal y familiar o en sus labores de representación institucional. Momentos en los que es complicado ocultar las emociones.

Uno de los actos recientes en el que los reyes Felipe y Letizia dejaron traslucir su sintonía, con fotografías en los que les vimos mirarse, cuchichearse y tocarse como dos enamorados, fue el nombramiento del Rey como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá de Henares, el pasado febrero. Entonces vimos la mirada de absoluta admiración de la Reina y, más allá de los habituales besos castos en la mejilla, un abrazo del Rey de lo más significativo.

No fue este, sin embargo, el instante de alto voltaje emocional en el que los Reyes bajaron la guardia y nos permitieron vislumbrar el estado de su relación. El momento más emocionante que los reyes Felipe y Letizia han vivido en público, ese en el que (casi) se olvidaron de las decenas de cámaras que les observaban, se produjo en el puerto de Cádiz, en la despedida a la princesa Leonor, por fin embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano.

Puede que no volvamos a contemplar a Felipe y Letizia de aquella guisa, tiernamente abrazados por la cintura, mientras despedían a su hija mayor en el viaje más largo que ha vivido hasta la fecha. El rostro del monarca desvelaba el gran orgullo que le producía contemplar a la princesa Leonor siguiendo sus pasos, pero la cara de la reina Letizia era un poema: la cruzaba un gesto de absoluto desamparo.

Otro momento significativo en el que los monarcas se dejaron contagiar por la emoción del momento fue la visita al campo de exterminio de Mauthausen, el pasado 11 de mayo. Se conmemoraba la liberación de este campo y del de Gusen, en los que murieron 4.700 españoles. Instintivamente, el uno quiso buscar consuelo en el otro y trasladar su conmoción por lo que allí sucedió y, de hecho, se documenta en las instalaciones. Las recorrieron cogidos de la mano, sobrecogidos por lo que el ser humano puede llegar a hacer cuando se ciega de poder.

Más allá de estos momentos, del frecuente contacto físico, de las miradas y de los gestos de cariño, es cierto que les vemos como cualquier otro matrimonio en noches de ocio como, por ejemplo, cuando salen al cine. Muchas veces tenemos foto, lo que hace sospechar que son salidas coreografiadas, pero en otras ocasiones solo queda el testimonio de los que han compartido película y sala, con lo que hasta estas noches juntos por Madrid parecen genuinas.

¿Compartirían este tiempo sin cámaras unos reyes cuya relación se ha reducido a un mero acuerdo formal? Difícil. Aún así, expertas en Casa Real como la periodista y novelista Pilar Eyre sostiene que el matrimonio de Felipe y Letizia ya no existe en lo sentimental. «Tienen una entente, pero cada uno hace su vida», ha repetido en distintas entrevistas a lo largo del año. Hay que reconocerlo: si esto es cierto, son unos extraordinarios actores.